Tengo un libro en el que están escritos todos los movimientos planetarios durante los próximos 100 años.

100 años.

Eso significa que de aquí a que San Pedro nos abra la puerta, los movimientos en el Universo ya están escritos tanto a nivel colectivo como a nivel personal.

La primera vez que lo escuché, flipé.

Así es la vida.

Pero en realidad, no es algo tan raro porque hay muchas cosas en la vida que no podemos cambiar.

Y hay cosas otras que sí.

Los movimientos planetarios ya están escritos y no podemos cambiarlos.

Pero si tienes información necesaria puedes vivir cada año con otro enfoque, con otra perspectiva y más confianza.

Sustituir “¿qué mierda me va a pasar este año?” por “vale, esto tengo que aprender, ¿cómo hago para vivirlo de la forma más amable posible?”

No creo que a estas alturas importe si te gusta cumplir años o no.

Lo que importa es cómo los cumples.

¿Quieres cumplirlos aprendiendo o vas a enfadarte porque las cosas no son como tú esperabas?

¿Quieres cumplirlos sabiendo qué te toca aprender o recibiendo golpes y porrazos sin verlos venir?

Mira, tu destino no está escrito porque los movimientos planetarios ya definidos.

De hecho, creo y quiero, con todas mis fuerzas, ser la dueña de mi vida y escribir mi propio destino.

Por eso me empeño en conocer qué tengo que aprender.

Y para que ese destino sea, mínimo, vivir conscientemente.

Si esto te resuena, pasa Tomasa: