¿Cuándo dejamos de aprender?
En mis años mozos todavía llamábamos a los maestros de Doña y Don. De hecho, todavía hoy le pregunto a mi madre: ¿Has visto a Doña Loli?
Doña Loli fue mi maestra de primaria.
La mujer de vez en cuando perdía la paciencia y nos daba algún que otro garbilote.
Durante aquellos años los aprendizajes estaban muy claros: abecedario, leer, escribir, ríos, países, capitales, fotosíntesis, el paleolítico.
Pero pasado aquello, ¿hemos dejado de aprender?
Desde la perspectiva astrológica, cada nueva vuelta al Sol, te trae un aprendizaje grande y fuerte.
Es decir, cada vez que cumples un año, el universo te trae una energía que integrar, madurar y evolucionar; es una oportunidad para dar forma a algo que ya está dentro de ti.
Estos aprendizajes no están relacionados con las preposiciones o la acentuación de las palabras esdrújulas.
Tampoco son aprendizajes que se encuentren en alguna carrera universitaria.
Son aprendizajes relacionados con la vida.
A veces te toca aprender a cuidarte, otras a responsabilizarte, otras a poner el foco, otras a transformarte, otras a atreverte.
Cada año uno hasta el final de los finales, sin importar la edad que tengas.
Por mi propia experiencia, ese aprendizaje tiñe todo el año y tenerlo en mente es la clave para fluir con el año y vivir en coherencia con lo que la vida te pide.
Es la clave para que no te pelees con lo que el Universo te tiene preparado.
Y también es la clave para que tomes decisiones y actúes teniéndolo en cuenta.
Así es como puedes vivir de forma más consciente.
Y no solo entendiendo tus procesos sino también transformándote a través de ellos.
Para aprender la clave de tu año, tanto del pasado, como del presente y del futuro, puedes pasar por aquí: